Análisis del Nokia 6.1: la evolución necesaria

Disponibilidad y precio

El nuevo Nokia 6.1 ya está a la venta y tiene un precio de salida de 279 euros para el modelo de 4 GB con 32 GB de memoria interna. En España solo está disponible en color negro, aunque viene con un filo bronce que le da algo de color. En otros mercados, hay un modelo blanco y otro en azul disponibles.

Amor a primera vista

Quien diga que el físico no es lo primero que entra por los ojos miente. Esto no quiere decir que sea lo importante, que quede claro, pero el contacto visual inicial dice mucho. Y sí, mi primer intercambio de miradas con el Nokia 6.1 hizo saltar las chispas. No es lo más bonito que he visto, pero sí llamó mi atención por su originalidad y elegancia. 

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Su cuerpo de vidrio y aluminio mate, importante este último dato, se diferencia de las últimas tendencias. Y que queréis que os diga, pero eso me ganó. No soy yo muy de cuerpos brillantes de esos en los que las huellas están presentes todo el rato. Además, y para redondear su elegancia y minimalismo (sí, soy de las de cuanto menos, mejor) una delgada línea cobre recorre el cuerpo del dispositivo. Y no se queda ahí. También rodea la cámara, el sensor de huellas y los botones. Le da un toque distinto y muy personal.

En la parte delantera no encontramos ni rastro del tan a la moda notch. ¡Gracias! El diseño responde a uno más clásico con bordes anchos arriba y abajo, siendo bastante finos los de los laterales. Detrás, y como en el Nokia 6 del año pasado, la cámara y el flash, colocados en vertical en el centro superior del dispositivo. Inmediatamente debajo, se incorpora en la versión de este año el sensor de huellas dactilares (demasiado bajo para que resulte cómodo). Esta disposición hace que el logo de Nokia quede justo en el centro del smartphone. La decisión de colocar el sensor en la parte trasera no ha hecho, sin embargo, que los bordes del dispositivo se reduzcan. ¿Otra cosa a su favor? La cámara apenas sobresale, como también es tendencia últimamente.

En la parte de arriba encontramos el jack para los auriculares. ¡Gracias de nuevo! Y es que el conector para los cascos otra de las cosas en peligro de extinción (junto al notch) en los nuevos dispositivos. En el lateral derecho se sitúan los clásicos botones de control de volumen y encendido, mientras que en el izquierdo tenemos la ranura para la SIM que alberga en su interior dos huecos: uno para la tarjeta y otro para la microSD u otra SIM (Nano-SIM, dual stand-by).

El Nokia 6.1 tiene un cuerpo robusto, de 172 gramos. No se nota muy pesado en la mano pero sí firme y consistente gracias al aluminio con gran espesor que caracteriza a la firma finlandesa. Eso sí, en mi opinión resulta demasiado ancho, sobre todo si tus manos son de un tamaño estándar como las mías.

Buenos resultados en formato clásico

El nuevo Nokia tiene mucho de nostálgico. Además de en el diseño se nota en su pantalla, que con 5,5 pulgadas y formato 16:9 se aleja de las últimas tendencias. El panel IPS LCD cuenta con una resolución de 1080 x 1920 píxeles (403 ppi). Recubierta por Gorilla Glass 3, responde bien en el uso diario y los colores se ven bonitos y brillantes. Eso sí, con las dimensiones que tiene bien podría haberse aprovechado algo más, ya que los bordes superior e inferior son demasiado grandes y restan mucho espacio potencial de uso (73.2% ratio de pantalla con respecto al cuerpo).

La belleza también está en el interior

Si profundizamos un poco más, el Nokia 6.1 guarda muchas más sorpresas en el interior. La primera y sabida por todos es que viene con Android One de serie. La decisión de llevar el Android más puro ha sido muy celebrada por todos. Un acierto, sin duda, que hace que las actualizaciones lleguen directamente de Google. Mejor, más rápido y con parches de seguridad a la última (lleva el del 1 de abril de 2018). A esto también ayuda que el smartphone cuenta con la última versión 8.1 Oreo.

Más potente significa mejor

El gama media de Nokia cuenta con un procesador Snapdragon 630, que también encontramos en otros dispositivos potentes de su categoría como el Motorola Moto X4 y el Moto G6 Plus. El salto del 430 que llevaba el Nokia 6 se nota considerablemente. 

El Nokia 6.1 corre bien con juegos exigentes como el Need for Speed: No limits o el PUBG. La GPU no es de las más potentes pero se ve bien y carga con facilidad sin trabarse. Jugar es fácil y fluido. Eso sí, se calienta un poco cuando llevas un rato jugando, algo normal por otra parte. He de confesar que no esperaba tanto, y menos jugando al PUBG donde el refresco siempre es un problema y no he tenido ni el más mínimo, y que me he quedado gratamente sorprendida con el resultado. A lo mejor no es suficiente para los gamers más pro, pero para beginners como yo es más que suficiente. Mejor en la práctica de lo que pintaba sobre el papel. 

Bluteooth 5.0 para un mejor sonido

Si nos detenemos en el sonido del Nokia 6.1 podemos decir que ha habido una notable mejora con respecto al modelo anterior. Los altavoces siguen estando en la parte inferior y proporcionan un sonido estéreo que no está del todo mal. Mejora notablemente con cascos. Algo que también se nota gracias a la incorporación del Bluetooth 5.1 que, a pesar de no permitir doble pareado, consigue incrementar la calidad del audio para los auriculares inalámbricos. 

Aparte del mini-jack para los auriculares en la parte superior que ya mencioné anteriormente, y que me hace muy feliz (soy una clásica, repito), el smartphone de Nokia también permite la salida de audio a través del USB tipo C.

La caja del Nokia 6.1 incluye unos cascos. A primera vista parecen malos. Al probarlos lo son. Me han recordado ligeramente a esos que te regalan cuando viajas en tren. Vamos, plástico puro que distorsiona el sonido. Pero este detalle sin importancia se olvida al probar la calidad del sonido del dispositivo con otro tipo de auriculares. Así que habrá que tomárselo como lo que es, un simple añadido para poder tener alguna conversación desde el smartphone. Punto. No les pidas más.

Una cámara del montón

En el lado de la cámara, el Nokia 6.1 cuenta con un sensor trasero de 16 megapíxeles y apertura f/2.0, que dice bastante sobre el papel y acompaña si quieres sacar fotos a la luz del día. Muestra colores vivos y bastante detalle, pero cuando llega la oscuridad no responde demasiado bien. La cámara selfie, por su parte, tiene 8 MP y apertura f/2.0 y sus resultados están en la media.

La aplicación de la cámara es sencilla y fácil de usar y dispone también de un modo manual en el que puedes ajustar el ISO, enfocar manualmente y mover el balance de blancos para una mejor luminosidad. No es una cámara para los amantes de la fotografía, tengo que decir, pero los resultados son aceptables y sale al paso para un uso normal, aunque he tenido varios problemas con el enfoque. No es normal que yo saque fotos desenfocadas y con el Nokia me ha pasado. Mucho. Además, la cámara me ha dejado tirada unas cuántas veces... Si quieres hacer muchos disparos en un corto periodo de tiempo, se queda colgada frecuentemente y es necesario reiniciarla. Algo que confieso que me ha cabreado un poco de más...

El Nokia 6.1 es capaz de grabar vídeos en 4K, algo que sigue la moda del momento, y en mi experiencia de uso la calidad es normal en imagen pero bastante buena en cuanto a grabación de sonido se refiere. De nuevo, reacciona lentamente si quieres grabar rápido. Aquí el enfoque también defrauda, aunque pulses en la pantalla dónde quieres el foco el smartphone hace lo que quiere y enfoca a su antojo.

Todos sabemos que para sacar buenas fotos y vídeos es importante la rapidez, y en ese sentido el Nokia 6.1 deja bastante que desear. Que te deje tirada cuando estás sacando unas cuantas instantáneas a tu perro tiene un pase, pero que se cuelgue cuando estás en medio del concierto de los Arctic Monkeys... ¡No! Eso no está bien...

• Galería de fotos del Nokia 6.1

Una autonomía envidiable y carga rápida

La batería del Nokia 6.1 tiene 3000 mAh y guarda otra de las sorpresas del dispositivo. Con un uso normal, puedes llegar al final del día perfectamente sin tener que cargarlo de nuevo. Podemos navegar, enviar mensajes de WhatsApp, mirar Google Maps e incluso sacar fotos (sin abusar de nada de esto, claro) y volver a casa sin necesidad de usar el cargador.

Al someter el smartphone al test de batería PC Mark Battery Work 2.0 nos encontramos con unos magníficos resultados. Sus 09:13 horas de pantalla activa lo sitúan muy por encima de algunos grandes como el OnePlus 6 y casi aguanta tanto como su hermano el Nokia 8. 

Una de las principales ventajas es que Nokia se apunta a la carga rápida con su versión de 2018 del Nokia 6. Un paso más que confirma la evolución del smartphone de HDM Global. Es posible cargar el dispositivo al 100% en muy poco tiempo: 1 hora y 40 minutos fueron suficientes para tenerlo a punto. Así que, aunque sobre el papel se diga que en 15 minutos el dispositivo se carga a la mitad, en nuestra prueba ha necesitado 32 minutos. Una muy buena cifra que no decepciona.

Nokia 6 (2018) – Especificaciones técnicas