Los seres virtuales harán mucho más que entretenernos

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© metamorworks/Shutterstock

Ya viene: la tecnología del futuro no será brillante y cromada ni tendrá luces parpadeantes, sino que se verá como nosotros, hablará con voz humana, recordará nuestras interacciones y responderá con un guiño y una sonrisa. Así serán los seres virtuales del futuro (cercano).

Crear humanos artificiales ha sido una ambición del ser humano desde la antigüedad, como en los mitos de Dédalo y Pigmalión, creadores de estatuas dotadas de vida. En los tiempos modernos, nuestra imaginación ya ha superado la etapa de moldear a la gente de arcilla o bronce. En su lugar, imaginamos androides de alta tecnología, como Data de Star Trek, o el médico holográfico de Voyager. Tal vez nuestras creaciones nos superen, como los inmortales replicantes de Blade Runner, que llegaban a ser "más humanos que los humanos''.

Los seres virtuales como el médico de la Voyager podrían ayudarnos en el futuro:

Más recientemente, películas como Her y Ex Machina muestran personalidades artificiales más cercanas a las tecnologías que ya utilizamos hoy en día. Pero lo que alguna vez fue un dominio de la ciencia ficción puede convertirse en un aspecto común de nuestra vida cotidiana antes de lo que pensamos.

Aunque es muy impresionante ver a un presentador de noticias virtual potenciado por la IA en pantalla, hay algo más emocionante y es que la personalidad de los seres con IA se vuelva interactiva. Responder a nosotros, recordar, de una manera que parezca tan natural como la interacción de los seres humanos entre sí.

Érase una vez...

Para lograr este objetivo, varias empresas operan en la interacción entre la realidad virtual/aumentada y la inteligencia artificial. Una de esas compañías, llamada Fable, se ha propuesto el mítico reto de crear el primer ser virtual completo. Fable solía ser un estudio de contenido para RV, y fue aclamado por la crítica con el primer capítulo de Wolves in the Walls en Sundance el año pasado.

Ahora, con un nuevo objetivo que combina la IA y la narración de historias inmersivas, la compañía está organizando la primera conferencia de Virtual Beings en San Francisco este verano, a la que asistirán 500 líderes de la industria en RV, IA y tecnologías relacionadas. En el sitio de la conferencia, Fable ofrece una definición elegante de lo que se considera un ser virtual:

Un ser virtual es un personaje que sabes que no es real pero con el que puedes construir una relación emocional bidireccional.

El próximo proyecto estrella de Fable es Whispers in the Night, una historia interactiva con el ser virtual Lucy, que también aparece en Wolves in the Walls. Esta experiencia, que se estrenará en la conferencia Virtual Beings, utilizará el procesamiento de lenguaje natural (PNL), para que Lucy recuerde y "comprenda" las interacciones con el espectador (¿o con el jugador?), y actúe en consecuencia. ¿El resultado? Cada persona tendría una interacción única y diferente con Lucy, y la memoria del personaje debe llevar al desarrollo de una relación emocional a través de las historias en desarrollo.

El equipo de Fable explica el concepto de seres virtuales:

Fábula puede estar tomando la iniciativa al colocar a los seres virtuales en el foco, pero seguramente ya habréis escuchado hablar de otros, como Mica, un asistente virtual desarrollado por Magic Leap, o Miquela, la influencer robótica de Instagram. Algunas personas incluso se refieren a los asistentes de voz populares como Alexa de Amazon o Google Assistant como seres individuales, pero aunque estos pueden estar altamente personalizados, carecen de la personalidad necesaria para una relación emocional bidireccional.

Lo que está claro es que estos exploradores están decididos a cruzar el valle de lo inquietante, y a medida que convergen las tecnologías de gráficos hiperrealistas, la realidad virtual inmersiva, big data y IA, parece más y más probable que los seres virtuales vivan entre nosotros.

En muchos sentidos, esta avanzada tecnología es, paradójicamente, como volver a la naturaleza. En lugar de utilizar el ratón y el teclado y mirar fijamente a una pantalla plana, interactuaremos con la información digital con el lenguaje, los gestos y las expresiones faciales que nos resultan más naturales.

La internet 3.0, una mezcla perfecta de los mundos virtual y real, podría ser posible gracias a estos avances. Incluso antes, la tendencia apunta a una representación cada vez más realista de los seres humanos en las artes y el entretenimiento, pero también en la industria, para dar un rostro reconocible a los "trabajadores" de la inteligencia artificial. De esta forma, esos seres pueden convertirse en los colegas, mayordomos, agentes de soporte técnico y docentes del futuro.

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Las gafas AR como Magic Leap One podrían facilitar la existencia de seres virtuales. / AndroidPIT

Pero por supuesto, la fascinación no llega sola, sino que viene junto con cierta inquietud... Los seres virtuales inspiran fascinación y preocupación a partes iguales. ¿Se trata de una simple sospecha, algo que no es exactamente lo que parece ser? ¿O la inquietud radica en algo más profundo?

¿Más humano que humano?

En primer lugar, debemos mantener las expectativas sobre lo sofisticada que puede llegar a ser la IA, especialmente en lo que respecta a las relaciones emocionales. Anteriormente, he hecho hincapié en cómo la IA y los cerebros humanos piensan de manera muy diferente y funcionan mejor en equipo, y eso sin entrar en algo tan estrechamente relacionado con nuestra bioquímica como lo son los sentimientos. Puede que nunca lleguemos al médico holográfico de Star Trek o a los replicantes en la vida real, pero aún así, el esfuerzo por crear seres virtuales será uno de los más excitantes y estimulantes esfuerzos modernos por diferentes razones.

Porque, para poder crear con éxito un ser humano, es necesario responder a una pregunta muy importante: ¿qué significa ser humano?. A medida que trabajamos para crear seres virtuales, los aspectos de nuestra naturaleza que elijamos transmitir a nuestros hijos llevarán inevitablemente nuestros propios prejuicios, que los IA podrían perpetuar de forma irreflexiva con demasiada rapidez. Como creadores responsables, ¿debemos permitir que los seres con IA asuman nuestros aspectos negativos junto con los buenos, o debemos esforzarnos por crear ejemplos con lo mejor de nosotros mismos en comportamiento y valores? Y también es necesario tener en cuenta el muy difícil debate sobre el bien, el mal y la validez del relativismo moral.

A medida que surjan más seres virtuales, el baremo con el que medimos la humanidad se convertirá en algo más que en una mera cuestión académica, convirtiéndose en un debate más amplio sobre las normas sociales e incluso sobre la legislación. Para algunos, el test de Turing (si una IA puede pasar por humana en una conversación a ciegas) será suficiente, mientras que otros argumentarán que los seres virtuales, por sofisticados que sean, carecen de un "alma" esencial.

No hay que olvidar que los primeros seres virtuales están siendo creados por entidades comerciales que, aún contando con las genuinas intenciones artísticas e innovadoras de sus trabajadores, también se están desarrollando como productos para un mercado determinado, ya sea para el entretenimiento o la industria. Creados para cumplir estas funciones, los seres virtuales tendrán que lidiar con una larga sospecha sobre la oposición del dinero y la codicia a la dignidad humana, o `espíritu' si se quiere, sostenida por muchas religiones y filosofías.

En Blade Runner, los seres artificiales como productos comerciales no salen según lo planeado:

Muchos de nosotros ya somos conscientes de la cantidad de estudios de mercado que se dedican a manipular emocionalmente a los consumidores de manera sutil. Los seres virtuales tienen el potencial para ser esto: los vendedores, anunciantes, portavoces de la compañía y propagandistas más efectivos que se puedan imaginar.

En este momento, el viaje hacia los seres virtuales plenamente realizados apenas está comenzando, por supuesto. Las conferencias son un buen lugar para discutir abiertamente y fijar el curso, y es hora de mirarse al espejo y hablar sobre a dónde queremos ir. No se puede aspirar a crear seres humanos virtuales sin abordar preguntas sobre lo que significa ser un ser humano en primer lugar. Y quién sabe, estos seres virtuales pueden terminar enseñándonos algo, aunque nunca terminemos haciendo uno.

¿Qué opináis sobre los seres virtuales? ¿Os gustaría que tengan más importancia o mejor no? Contadnos vuestra opinión en los comentarios.

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