Análisis Xiaomi Mi Band 3: un fitness tracker con todo lo que necesitas

Solo importado

Por ahora, el Mi Band 3 solo está disponible oficialmente en China. En el país de origen de Xiaomi, este fitness tracker de última generación puede adquirirse por solo 169 RMB, es decir unos 22 euros. Para comprar el Mi Band por nuestras tierras, hay que pasar sí o sí por la importación. Nuestro dispositivo de prueba nos lo ha enviado amablemente TradingShenzhen. Los proveedores habituales están ofreciendo el dispositivo entre 26 y 35 euros. Igual vale la pena esperar un poco, ya que desde algunos meses Xiaomi cuenta con representación oficial en España, Francia e Italia. Por otro lado, nuestra experiencia ha demostrado que las empresas de importación suelen hacer ofertas especiales, y seguramente pronto habrá alguna oferta para poder comprar el Mi Band 3 por un precio mejor.

Pantalla grande, diseño tradicional

Casi todos conocen a Xiaomi como productor de smartphones. Sin embargo, desde la aparición del Xiaomi Mi Band 2 (que fue un verdadero éxito) mucha gente también conoce a Xiaomi como fabricante de smartbands. El argumento de venta de la serie Mi Band es muy sencillo: ofrecer las funciones que realmente se necesitan por un precio inmejorable. Cuatro años después del Mi Band 1, la cuarta generación de Mi Band tiene todas las cualidades de sus predecesores y más.

Tanto el Mi Band 1 y como el 1S venían sin pantalla y servían más que nada como un cuentapasos, pero con el Mi Band 2, Xiaomi entró finalmente en la categoría de las smartbands y los monitores de actividad. Por aquel entonces, la pantalla OLED monocroma de solo 0,42 pulgadas bastaba para mostrar pasos, distancias recorridas y diversos tipos de notificaciones pendientes de lectura mediante iconos de aplicaciones. Más que suficiente en 2016, pero en 2018 las exigencias son otras. Por lo tanto, la cuarta generación del Mi Band debe ofrecer mucho más, sin olvidar los logros de sus predecesores.

El diseño es el mismo de siempre. El Mi Band 3 sigue estando compuesto de dos partes: la pulsera y el monitor. La pantalla de 0,78 pulgadas es casi el doble de grande que la del Mi Band 2. Tiene una resolución de 128 x 80 píxeles y cuenta con un panel OLED monocromo. La novedad del Mi Band 3 es que incuye una función táctil. En lugar de pulsar, solo hace pasar el dedo sobre un botón capacitivo, visible mediante una hendidura en el cristal de la pantalla que es sensible al tacto.

Actualmente, la información de la pantalla está en chino, y por lo que nos ha contado nuestro importador todavía hace falta algo de tiempo para que llegue la versión internacional del firmware.

Manejo horizontal y vertical

El menú del Mi Band 3 está compuesto de seis opciones por las que se navega rápidamente. Con la app, podéis adaptar el orden de las opciones en el menú de acuerdo con vuestras propias necesidades. Las funciones son muy claras: contar pasos, distancia recorrida, calorías quemadas, medición del pulso con sensor óptico, pronóstico del tiempo, notificaciones y otras funciones. He de decir que la ubicación de algunas opciones tiene poca lógica, por ejemplo: ¿qué tiene que ver el estado de la batería con los pasos, calorías y distancia recorrida? ¿Y qué hace el cronómetro en los ajustes generales? Claro que por 31 euros podemos perdonarle el desorden a Xiaomi.

Lo que me sorprende es que un fitness tracker de esta categoría de precio tenga una resistencia al agua de hasta 5 ATM, es decir una imersión de hasta casi 50 metros. Esta profundidad puede encontrarse también en el Samsung Gear Fit2 Pro o el Gear Sport, pero por un precio de más de 120 y 180 euros respectivamente.

¿Precisión? ¿Para qué? Lo importante son las notificaciones

Quien en 2018 piense que un podómetro debe medir con exactitud hasta el último paso, y que el pulsómetro óptico de un fitness tracker o un reloj inteligente pueden reemplazar a un pulsómetro real, está perdiendo el tiempo. En un monitor de actividades, ambas funciones proporcionan únicamente valores orientativos y carecen de una precisión absoluta. Lo importante es que hasta un medidor poco preciso os motivará a la hora de hacer deporte.

Amplias posibilidades de configuración por app

La configuración del Mi Band 3 se soluciona en un momento, aún con las instrucciones en chino. La aplicación Mi Fit está disponible en varios idiomas, solo que algunas secciones de la app todavía están en inglés. De todas maneras, la app sigue siendo la misma que ya se usaba con Mi Band 1, 1S y 2.

Gracias a Blutetooth 4.2 LE, la transmisión de datos entre la pulsera y la aplicación es más rápida y estable que en los modelos anteriores. Además, si se vincula la app con el Mi Band 3, el software gana en funciones. Que no os extrañe, porque Mi Band 3 llega aún más lejos: j unto al monitoreo y a las notificaciones ya mencionadas, se puede configuarar la aplicación para que la pulsera vibre con las llamadas entrantes. Si os llaman, podéis usar la pulsera para silenciar el móvil o rechazar la llamada. Por supuesto, también se puede registrar el Mi Band 3 como dispositivo SmartLock, para que el teléfono permanezca desbloqueado siempre que la pulsera esté cerca.

Larga duración

La batería de 110 mAh no es precisamente grande, pero según Xiaomi debería ser suficiente para una autonomía máxima de hasta 20 días. Durante mi prueba me he dado cuenta de que dicho valor solo puede alcanzarse si las funciones se reducen al mínimo y si la pantalla se usa lo menos posible. Si, como yo, usáis el Mi Band 3 como dispositivo de notificaciones, reloj y cuentapasos, lo más realista es que la batería os dure alrededor de una semana. En esa semana habríais cargado el Gear Fit2 Pro por lo menos tres veces.