Cómo la Fórmula E contribuye a la popularización del coche eléctrico

El deporte del motor es caro, esto no es un secreto. Esto es cierto tanto para los que lo practican como para los patrocinadores. Así que cuando un fabricante de automóviles decide invertir en él, la decisión no se toma a la ligera. En un momento en el que la competencia es más feroz que nunca y en el que la industria se encuentra en plena transformación, es importante no cometer errores. Por lo tanto, los vínculos entre el mundo del automovilismo y la industria automovilística para el público en general deben ser muy fuertes, al igual que la imagen que puede derivarse de ellos.

Por lo tanto, para muchos fabricantes, la Fórmula E representa un nuevo e interesante desafío. Jens Marquardt, director de BMW Motorsport, con quien pudimos hablar antes de la carrera, nos recordó por qué muchos fabricantes de automóviles habían decidido invertir en esta disciplina: "El deporte automovilístico debe considerarse como una herramienta de marketing y parte de una estrategia global. Es importante poder contar historias y la Fórmula E te lo permite."

Haciendo que el coche eléctrico sea creíble y práctico

"Estamos haciendo todo lo que podemos en la Fórmula E para ayudar al coche eléctrico", explica Jens Marquardt. Por eso, la elección de hacer el gran premio dentro de las propias ciudades, y no en los circuitos de las afueras, es esencial. Los fabricantes de automóviles quieren estar en el centro de las ciudades para promover la movilidad eléctrica, que es esencial para combatir la contaminación.

Pero el deporte de motor eléctrico también permite avanzar en la tecnología que ofrecen los coches de serie y contribuye a hacer más creíble el vehículo eléctrico, por ejemplo, "los mismos desarrolladores que están avanzando en la electrificación de BMW también trabajan en la Fórmula E", apunta Marquardt, lo que garantiza que el fabricante bávaro sea también sinónimo de placer de conducción en el campo de la movilidad eléctrica.

Para el hombre fuerte de los deportes de motor de BMW, hay tres obstáculos principales que explican la baja popularidad del coche eléctrico: precio, alcance y accesibilidad para la carga. La Fórmula E debe ayudar a resolver estas preocupaciones para convencer y mostrar cómo se puede hacer esto. Ya ha cumplido parte de su misión, al menos en el caso del fabricante alemán, al poner en común los costes y desmitificar los problemas de autonomía. De hecho, la adopción de nuevas baterías en monoplazas eléctricas permite ahora completar toda una carrera sin cambiar de monoplaza, garantizando al mismo tiempo un rendimiento excepcional con una velocidad máxima limitada a 280 km/h.

Todavía hay acceso a la recarga, pero es una tarea más complicada para la Fórmula E. Sin embargo, el objetivo del Campeonato de Fórmula E de la FIA es superar los límites de lo que es posible en el campo de la electrificación. Por lo tanto, no sería sorprendente que se propusieran soluciones en el futuro.

El futuro de la conducción

La Fórmula E quiere reflejar lo que la conducción será en los próximos años, estableciendo el vínculo entre el mundo real y el mundo virtual: "En 10 años, podemos imaginar fácilmente una carrera en la que 10 coches son conducidos virtualmente por un piloto de un simulador, 10 coches son conducidos de forma independiente y 10 coches son conducidos por profesionales. Esto nos daría las 3 formas posibles de conducir que estarán presentes en el futuro", imagina Jens Marquardt. Un futuro agradable en el que el deporte eléctrico se mezcla con el deporte y te hace desearlo.

¿Has asistido alguna vez a una carrera de E-Prix? ¿Crees que el deporte del motor puede ayudar a democratizar el coche eléctrico?